Contamos con 8 apiarios, una parte de ellos situados en la península del Morrazo, en plenas Rías Baixas, donde el clima atlántico permite a las abejas comenzar el ciclo productivo ya en invierno con el aumento de las horas de luz, obtenemos de ellas una miel monofloral de eucalipto (MEL ATLÁNTICO) extraída en primavera, elaborada principalmente a partir de néctar de Eucaliptus globulus, el cual predomina en la práctica totalidad de esta zona de las Rías Baixas.
Siguiendo hacia el interior de Pontevedra (en los concellos de Cerdedo-Cotobade y A Lama) se encuentran nuestras colmenas ubicadas en el Valle del Río Almofrei y en los parajes vírgenes del Monte Seixo (Serra do Cando) y Serra do Suído. La abundante diversidad y vegetación de estas zonas nos dan una miel de milflores (MEL DAS SERRAS ALTAS) procedente de una gran variedad de néctares; zarza, brezo, castaño, eucalipto, flores de pasto y riberas, frutales, etc. una miel muy representativa de estas zonas.
En la «Serra de Penas Libres«, perteneciente a Vilardevós, concello del Sureste Ourensano que linda con Portugal, obtenemos nuestra “MEL DA RAIA SECA”, haciendo referencia al tramo de la frontera con el país vecino no dividida por el Río Miño. Esta zona está repleta de «soutos» de castaños y presencia de roble melojo (Quercus pyrenaica) que permiten la obtención de una miel monofloral de castaño con presencia de mielatos, muy densa y oscura , con toques más amargos que las anteriores.
SIN TRATAMIENTOS TÉRMICOS
SIN ULTRAFILTRACIÓN
EXTRAÍDA POR CENTRIFUGADO EN FRÍO
Tras terminar la carrera de Biología comencé a trabajar en el departamento de I+D+i de una empresa dedicada a la micología aplicada, en la cual adquirí muchos conocimientos relacionados con los hongos, y de donde surgió el proyecto Shiitake da Cova (cultivo ecológico de setas en madera y divulgación micológica). Paralelamente realicé un máster en Biología Vegetal Aplicada en la UCM, y fue allí donde conocí a una compañera apicultora que me introdujo en el mundo de las abejas. Ya no hubo vuelta atrás, al volver a Galicia monté mi primer apiario con unas pocas colmenas en una finca familiar bañada por el río Almofrei, en el concello pontevedrés de Cerdedo-Cotobade, cuyo nombre es Cova da Ovella (de ahí surge el nombre de nuestra miel; Cova da Abella). Al poco tiempo tuve claro que haría todo lo posible para dedicarme a la apicultura, por lo que en el 2021 decido dar el paso para profesionalizar la explotación mediante una ayuda para jóvenes agricultores.
Aunque el trabajo con las abejas no me vino dado, puesto que comencé de forma autodidacta, desde el primer contacto con ellas me quedé prendado de estos maravillosos seres, que tanto nos dan en forma de productos saludables de gran calidad y preservando la vida de nuestros ecosistemas y cultivos, lo cual hace de este trabajo una actividad altamente satisfactoria para mi, traduciéndose en los productos apícolas que te ofrecemos en esta web.